Publicado en elDinero

13 de julio del 2022.

Miami, Florida. –

El arquitecto y autor de “Diáspora y Desarrollo”, Rodolfo R. Pou, advierte que, las cifras récords de remesas que estaba registrando República Dominicana podrían estar llegando a “pico”, lo que provocaría una reducción en los datos registrados por el Banco Central.

“Lo que hoy pareciera inagotable, da señales de que antes de que concluya la década, las cifras récords de envío vía las remesas por parte de la diáspora dominicana hacia su nación de origen, habrán llegado a su pico y a partir de entonces se registrará una menos influyente cifra sobre el producto interno bruto (PIB)”, indicó.

De acuerdo con Pou, “las remesas tienen que ver más con la emigración dominicana y la generación en la que se encuentra la comunidad residente en el extranjero, que la necesidad de los familiares en República Dominicana”.

Entre el 2010 y el 2020 más de 400,000 emigraron desde República Dominicana hacia Estados Unidos. La mayoría de dominicanos que viven en Estados Unidos, los cuales se encuentran entre la segunda y tercera generación, darán paso a una cuarta generación desvinculada del país caribeño, más allá de guardar elementos culturales que lo definen como quisqueyano, explica.

Por ello, “fijamos que, aunque en las últimas décadas las emisiones de divisas desde Estados Unidos por los dominicanos y sus dependientes que residen allí ha alcanzado un 11% del PIB del país, estos aportes están a un punto de alcanzar un tope y poco después de nivelarse, estas dejarán de guardar la importancia que hoy poseen”.

Para evitar una abrupta reducción del flujo de remesas por esa causa, el arquitecto recomienda diseñar políticas de inclusión y crear canales de inversión y participación que sean claros y de poca burocracia. “Es fundamental que esas políticas y canales, como los que le presentamos vía la Agenda Integral de la Diáspora, al presidente Abinader el pasado septiembre en Nueva York, se generen ya. Instrumentos y espacios que permitan la continuidad del vínculo con el país, de los que ya no ven motivo para enviar remesas y de esas futuras generaciones que nunca lo tendrán”.

“Los dominicanos en el exterior quieren pasar de la filantropía caritativa a la filantropía de inversión. Pero hay que crear canales claros. Y la venta de un apartamento no es el más indicado. Incluso hasta miope resulta esa propuesta. Aunque es evidente que en la próxima década habrá una reducción significativa de las remesas, a partir de ahí se establecerá una cifra estable y después de un tiempo, será cada vez, menos influyente sobre el PIB. Los ejemplos están ahí. Solo hay que ver las comunidades irlandeses de Massachusetts e italianas de Nueva York”, afirmó Pou.

Precisó que existen dos elementos fundamentales que pudieran asegurar o retrasar esa eventualidad: Primero, que los descendientes de dominicanos en el exterior puedan adquirir la doble ciudadanía de manera ágil y poco burocrática, y, segundo, que las autoridades públicas, creen otros medios de inclusión económica más allá de lo caritativo.

“Visualicémonos como la mayor fuente de inversión hacia República Dominicana. vía las factibles propuestas de Bonos de la Diásporas y Fondos Fiduciarios que hemos hecho. Capaces de capitalizar cualquier proyecto de infraestructura, salud o educación, sin que el país tenga que salir a buscar prestado. Visualicémonos como el depósito intelectual, capaz de generar nuevas patentes, invenciones, registros de marcas que fortalecerán el patrimonio intelectual de la nación”, puntualizó el empresario.

Rodolfo Pou advierte que las remesas están «llegando a su pico» (eldinero.com.do)