Dentro de la apatía comunitaria y política que caracteriza a los dominicanos en el extranjero, a veces quedamos ajeno a todo aquello que nos pudiera afectar o beneficiar. Y aunque lo que acontinuación puede parecer como una justificación, en realidad nosotros «los de fuera” –los que vivimos con el cuerpo aquí y la mente allá–, tenemos dos frentes ante los cuales debemos estar pendiente a diferencia de nuestros compatriotas que viven en la isla.

Cuando uno es un binacional o bicultural tiene que estar atento, bien informado y tener pleno conocimiento de los asuntos que nos puedan impactar negativamente en cualquiera de los países que llamamos casa.

El manejo de fuentes

Como también es vital manejar las informaciones impositivas, las tasas de cambio, aspectos migratorios, conocer de nuevos o activos recursos, los derechos que poseemos y las oportunidades que a diario florecen en una y otra nación.

Para ello, los dominicanos que residen en los Estados Unidos se nutren de fuentes directas. Algunas de manera personal, mediante amigos, vecinos y familiares, vía conversaciones, intercambios o comentarios en las calles, negocios, actividades o en las redes sociales. También por medio de sus representantes locales, líderes comunitarios o instituciones, como lo es el Consulado.

Otra forma de mantenerse conectado, lo es por las fuentes de internet y la televisión. Ya sea por medios informativos como este, en el cual publico artículos o por vía en los mismos canales dominicanos que ofrecen los distribuidores de cable en sus paquetes denominados “LATINO”. Pero las de mayor credibilidad son y siguen siendo las cadenas nacionales de televisión de habla hispana.

Dos monopolios

Los latinos que residimos en los Estados Unidos tenemos dos sólidas fuentes de noticias televisivas en español. Si se quiere ambas se reparten la demografía hispana. La principal, Univisión, se encuentra en la cadena con cobertura nacional. Es de origen mexicana y posee una programación fundamentalmente orientada y dirigida hacia esa comunidad. Los nombres de los conductores, periodistas y programas noticiosos son de conocimiento público en nuestras comunidades.

La demografía hispana

Decir Jorge Ramos, y hasta hace poco, María Elena Salinas, es hablar de personas en la cuales confías y crees conocer sus valores. El noticiero nocturno de Univisión supera en ratings a cualquier otra fuente noticiosa en los Estados Unidos, incluidas las de habla inglesa, cuando se trata de la diáspora de origen mexicana, la minoría más extensa en la nación.

La segunda fuente noticiosa significativa lo es Telemundo. Esta última es de origen boricua y también posee alcance nacional. Y a pesar de que fue absorbida hace más de una década por el Consorcio norteamericano NBC-Universal, la cadena aún mantiene su enfoque alrededor de los temas de intereses de los caribeños y los centroamericanos. En fin, compartiendo con Univisión la demografía de los hispanos televidentes de los Estados Unidos.

Drama y ratings

No me gusta especular fuera de mi área de perito. Pero reconozco que ambas producen periodismo serio, sensato y solidario. Esto en ocasiones queda rezagados por el drama y los llamados de alerta que proyectan desde la óptica del desamparo, la desventura o la desdicha que provienen o afectan nuestras comunidades aquí o en nuestros pueblos de origen. Esa acción es parte lamentable de la lucha diaria por audiencia. La mala noticia vende y capta. Y si es posible adornarla con imágenes trágicas y fondo musical melancólico, pues mejor aún.

El recibir las noticias no es solo eso. Hay que estar consciente de que estas siendo influenciado por una producción televisiva en masa con propósito. Especialmente ahora cuando nuestras naciones hispanoparlantes parecen estar involucradas en ruidos de corrupción, desastres naturales o amenazas de imposiciones de inmigración.

La principal noticia

Sin embargo, no le puedo restar al mensaje porque dentro de la coreografía de la comunicación hay una partitura que validó la colocación de lo que para nosotros los latinos ha sido la principal noticia de los últimos doce meses. La anulación de los Programas DACA y TPS.

El primero fue una medida ejecutiva firmada por el Presidente Obama para que los jóvenes que entraron a los EstadosUnidos cuando eran niños lograran tener una protección temporal de la deportación y pudieran obtener una autorización para buscar empleos.

Trump, DACA y TPS

Y el segundo, designado por el Secretariode Departamento de Seguridad Nacional que puede designar un país extranjero para TPS debido a que las condiciones en dicho país impiden a sus ciudadanos regresar temporalmente de manera segura.

Dicha designación puede atribuirse a condiciones temporales: un conflicto armado en curso (tal como una guerra civil), un desastre natural (tal como un terremoto o huracán), o una epidemia, entre otras. Pero la abolición de esas medidas juntamente con las posturas absolutistas y segregacionistas comenzó a plantearse a inicios de la precandidatura del Presidente Trump. El cuestionamiento de los valores y la integridad de algunos de los latinos que llegan a este país, en particular a los que arriban sin documentos cruzando la frontera, fue parte de su primerdiscurso.

Las nuevas políticas migratorias en los Estados Unidos han tenido por efecto alimentar los prejuicios soterrados y la agresión a muchos inmigrantes de otras naciones, en particular los que tienen origen hispano.

Pasado el tiempo, la nueva administración ha eliminado estos programas tal como lo había prometido en campaña. Anula el DACA y le cede al Congreso seis meses para que planteen una corrección. Las siglas del primero, DACA, hace referencia a la “acción diferida para los que llegaron como niños” (Defered Action for Childhood Arrivals). Un alivio temporal en contra de la deportación que determina que el gobierno estadounidense no va a iniciar procesos de deportación a personas que hayan llegado como niños y que carecen de un estatus migratorio legal.

Programa revocatorio

La revocación siguiente comienza a desmembrar el TPS (Estatus de Protección Temporal) y las 300,000 personas que estaban en el país procedentes de El Salvador, Haití, Honduras, Liberia, Nepal,Nicaragua, Somalia, Sudan, Sudan del Sur, Siria, y Yemen, sufrirían los efectos inmediatos bajo la sombrilla migratoria de este programa. En resumidas cuentas, a estos grupos se les ha otorgado prórrogas que se vencen el próximo mes y de ahí en adelante, cada mes hasta enero del 2019.

Para nosotros los dominicanos, estos temas parecieran ajenos a nuestra realidad. Y tal es el caso del TPS. No hemos tenido ningún conflicto bélico, ni desastre natural que amerite recibirnos bajo esa medida. Pero en cuanto al DACA, no son todos los que están, ni están todos los ue son.

Lo cierto es que hay más de 2,300 dominicanos bajo el dilema del DACA. Ello es igual a tres milésimas de más de tres cuartos de millón de afectados por su anulación. En la Florida hay cerca de 240; o sea, uno de cada 700 dominicanos. Mientras que, en Puerto Rico, el total es de 125 o más.

Los dominicanos también tenemos patriotas impactados por la anulación de esta medida. Se podría pensar que DACA estuviera exclusivamente atado a los contextos de aquellos que llegan a esta nación, menores de edad e indocumentados, desde los países de Centroamérica o México, cruzando la frontera.

Dos nuevas medidas

Pero no son sólo ellos. En total son casi 800,000 personas afectadas por la anulación de DACA, y el 80 por ciento de ellos son de origen mexicano. Por eso la excesiva difusión en los medios que hemos citado en este capítulo. Esa es su audiencia.

Luego de desmenuzado el escenario, puede que mi inquietud caiga en oídos sordos, como sucede a veces con las noticias que no poseen gran cantidad de televidentes. Porque a quienes no les afecta, creen que la información no es para ellos. O muy bien también puede caer en otros más atentos e interesados, por lo que encuentro propicio plantear el asunto.

Preguntas sin respuestas

Justo ahora que el tema parece regresar a nuestras pantallas gracias a los esfuerzos de un grupo de legisladores responsables de ambos lados del salón, es que encuentro válido retomar el tema.

El Presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Paul Ryan, ha anunciado que la Cámara votará la semana entrante en dos medidas migratorias. Una de ellas es el DACA.

Para acordar posiciones políticas, humanitarias o legales, sobre la protección o la potencial corrección del estatus de los criollos afectados por la anulación del programa DACA, hay que preguntarse lo siguiente:

Los dos diputados

¿Qué postura ha asumido el servicio exterior que tenemos representándonos en Washington, cuando se refiere a este tema? O mejor aún. ¿Cuál es la política del gobierno de la República Dominicana al respecto?

¿Alguno de nuestros Diputados de Ultramar, quienes representan a los criollos que vivimos en los Estados Unidos, ha accionado en favor de corregir este impasse? Me refiero a algo más que el “Photo-Op” o Visita de Cortesía que todos quieren lograr con el Representante Adriano Espaillat, quien fue electo por el Distrito 13 de la Ciudad de New York.

Pleno conocimiento

O en el caso de los que vivimos en la Florida, nos preguntamos: ¿Habrán solicitado los Diputados de Ultramar, Adelys Olivares o Levis Suriel, una reunión en los últimos 14 meses con alguno de los 27 homólogos que tiene este Estado de la Florida? ¿Hubo por lo menos un acercamiento con los Representantes cubanoamericanos Díaz-Balart o IleanaRos-Lehtinen, que siempre han dependido del voto latino?

¿Y qué del mismo Representante Carlos Curbelo? Él está encabezando la nueva iniciativa en la cual se votará la semana entrante para conocer, proponer, mediar o ayudar a corregir los asuntos demigración que ha causado la anulación de estas medidas por el Presidente Trump, para saber qué piensa y cuál es su postura en torno al tema.

Todas esas interrogantes surgen porque es que dentro de la apatía comunitaria y política que caracteriza a los dominicanos en el extranjero, a veces quedamos ajeno a todo aquello que nos pudiera afectar. Ya es tiempo de estar atentos y tener pleno conocimiento de las cosas que nos puedan impactar negativamente. En particular, las de asuntos de inmigración, aunque nuestros Diputados de Ultramar no se nutran de fuentes directas ni de sus electores.