Publicado en elDinero
25 de mayo del 2022.
New York.-
Este profesional ha sido reconocido por su integración a las causas sociales y como filántropo
Rodolfo Pou es arquitecto, llegó a Estados Unidos a la edad de cuatro años, pero actúa y siente que sus pies aún siguen en República Dominicana. Sus padres decidieron volver al país al quinto año de estar en territorio estadounidense. En esa etapa de su vida comenzó a definirse su futuro y a entender la importancia de ser bicultural. Su historia lo relaciona con un ser polifacético.
Cuenta que la experiencia de ir y venir desde y hacia de Estados Unidos a República Dominicana nunca permeó la dominicanidad en él. Aunque la primera disposición de emigrar no fue suya, sino de sus padres, considera que, en 1979, con el ciclón David, se toma la decisión de establecerse definitivamente.
En su caso, sin embargo, y luego de terminar el bachillerato en Estados Unidos, decide estudiar arquitectura en República Dominicana, ya que en el país puede desarrollar la creatividad. Afirma que esa decisión contribuyó a que fuera sensibilizado por la realidad dominicana. Estudio en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (Unphu). En una de las clases lo envían a conocer los callejos y patios de Villa Juana para que palpen cómo se vive en esas zonas.
“En ese momento entendí que la arquitectura no es un instrumento de construcción y de diseño, sino de equidad social”, afirma.
Para Pou, la arquitectura es un instrumento de equidad social porque depende del lugar donde vives serás capaz de forjar el mañana. A su entender, una persona que está en malas condiciones de vida, en un espacio inadecuado o pequeño, con poca ventilación y no pueda interactuar con su comunidad, se encuentra con el reto de que no sabe qué hará en el mañana. Considera que la calidad el espacio donde se vive determina la tranquilidad.
Cuando termina la universidad, y entendiendo que la arquitectura es un instrumento de equidad social, entra al servicio público como subsecretario de Estado. Esto, dice, le permitió llevar su profesión a la ejecución en la realidad para diseñar una mejor sociedad. Durante esa experiencia tuvo la oportunidad de ser parte del Consejo Nacional de la Juventud a través de la Unesco.
Luego de esa oportunidad de servir al país desde su profesión, decide establecerse en Estados Unidos y llega a un mercado en el que tuvo que competir, pero con la salvedad que, en muchos casos, estaba sobrecalificado para muchas plazas. Al llegar a Miami, donde se establece, decide crear una empresa que funcionara como una sombrilla y que cada una de las puntas estuviera encabezada por empresas del área de la construcción. Así es como nace Quadra Group International, una firma que lidera con presencia internacional.
Cuando menciona proyectos de los cuales se siente más orgulloso, hace referencia a un que no se ejecutó en Estados Unidos. Se trata del Jardín de Mariposas-Mausoleo de las Hermanas Mirabal, en Salcedo, lugar donde descansan los restos de Patria, Minerva, María Teresa y Manolo. “Para mí es uno de los más importantes porque nunca me propuse hacer un mausoleo de heroínas. Ellas son heroínas por una condición, eran las muchachas de Salcedo, por lo que tenía el compromiso de guardarle un espacio de campo y que su familia quería que regresaran a casa. En vez de regresarlas muertas, yo les regalé un jardín. Este fue el concepto de finalmente terminó atrapando a la familia”, refiere Pou.
Afirma que los dominicanos de la diáspora no están perdiendo los valores que obtuvieron en su país, sino que los mantienen para ponerlos a la disposición del país y eso sucederá con los años. Está entre quienes consideran que es necesario pasar de la filantropía caritativa a la filantropía de inversión, es decir, pasar de la compra de un apartamento, tierra o un pequeño negocio.
Sugiere la creación de fondos fiduciarios que permitan a los dominicanos que regresan al país acceder a préstamos blandos, lo cual pudiera capitalizarse con una proporción de las remesas.
Considera que la confianza de los dominicanos en el exterior hacia el país ha ido mejorando, entendiendo que el Estado se rige por leyes. A su entender, es necesario superar la corrupción para garantizar el acceso equitativo de todos a los servicios que ofrece el Estado.
Realidad dominicana
Más que arquitecto, Pou ha sabido ser partícipe de importantes iniciativas y proyectos sociales. Es reconocido como un filántropo en la comunidad dominicana residente en Estados Unidos. Con el pasar de los años no ha podido despegarse de la realidad del país.
Ha sido un activista a través de sus escritos en temas relacionados no sólo con la diáspora dominicana, sino con cuestiones que tienen que ver con las relaciones entre Haití y República Dominicana. “Si nos preguntan si estamos de acuerdo con un muro con la frontera con Haití probablemente diremos que sí, pero si es entre Estados Unidos y México entonces no estamos de acuerdo. Vivimos una dualidad”, explica.
Para Pou, no basta con relacionar a los dominicanos en Estados Unidos con dos cifras: ¿Cuántos son y cuánto mandan? Destaca que solo en ingresos la comunidad registró US$54,000 millones. Explica que la cifra de US$10,450 millones en remesas en minúsculas en comparación con el aporte real que hacen los dominicanos a la economía. Además, dice que las remesas podrían llegar a su pico si se toma en cuenta que la tercera y cuarta generación pierde el vínculo con el país.
Destaca la receptividad que ha tenido el presidente Luis Abinader con la comunidad dominicana en el exterior, aunque considera que hay mucho trabajo por hacer todavía.
Rodolfo Pou, arquitecto dominicano de éxitos en Estados Unidos (eldinero.com.do)