Los países tienden a medir sus riquezas en base al Producto Interno Bruto, su capacidad de producción, creación de empleo y sobre todo sus recursos naturales para mencionar algunos factores. En el caso de los dominicanos hay que añadirle el componente “remesa”. Los que vivimos en el exterior y enviamos Dólares o Euros a la República Dominicana indirectamente hemos aportado a la estabilidad de la economía nacional y con ello facilitado planificaciones ambiciosas, no acorde con una nación de ese tamaño e infraestructura fiscal. ​

​No me interesa entrar en la cita de cifras aleatorias o procedencias. Ese no es mi punto de vista en esta ocasión. La razón por lo cual parto de esa realidad es porque veo esa fórmula poco sustentable y un tanto miope e impredecible, llena de factores externos que siempre podrán incidir sobre su realidad. Otras naciones pequeñas o medianas, si se quiere, las PYMES de la economía mundial, dependen más de los recursos naturales para garantizar y proyectar sus patrimonios.​

Esa también es una tendencia insostenible y de la cual deben ir alejándose estas naciones e incluida la nuestra por supuesto. ​

Ver la Patria desde la óptica de la diáspora a veces nos permite distinguir con claridad elementos que a simple y directa vista se reflejan turbios, debido a los tantos y sincopados ruidos que a lo cotidiano emite una población amante de la política como la nuestra. ​

La certeza del pasado dicta que, a causa de esos recursos naturales que proveen sus territorios, estas pequeñas y medianas economías nacionales pudieran optar por la eventualidad de una agresión bélica, si otros trataran de usurparlas o en el otro caso, ser víctimas del tráfico, la corrupción y la misma perdida de su soberanía, también serían escenarios que se presentarían en economías que fijan sus realidades alrededor de los recursos naturales que poseen. ​

Sin embargo, hay otra corriente de pensamiento que prescribe que esos posibles conflictos, cada vez más, serán superados por la vía de acuerdos bilaterales en un gesto de gobernabilidad universal que ve la escasez de esos recursos, como escenarios idóneos para la colaboración, planificación y la buenaventura. Yo por mi parte me inclino a la última de estas opciones y entiendo que ahí está el enfoque de mi punto de vista en este sentido y lo que quiero puntualizar en este artículo.​

El Intelecto:​

Los indicadores internacionales de la propiedad intelectual extraída de cifras sometidas por el Banco Mundial, la UNESCO y la Organización Mundial de Propiedad intelectual, nos muestran a China, Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, encabezando la lista de patentes sometidos y aprobados.​

La China presentó casi un millón el año pasado y los más de medio millón que se sometieron en los Estados Unidos, un total de más del 50% de ellas recibieron aprobación. La tendencia de la economía global es patentizar el pensamiento humano como recurso y riqueza. ​

En lo que la equidad educativa llega y la media intelectual de la nación dominicana muestra los resultados de su inversión, es vital insertar el componente de innovación en las directrices de las políticas públicas y privadas. Imaginamos que la designación del 2019 como el Año de la Innovación, por parte del Presidente Medina partió de este pensamiento. ​

En un mundo donde las patentes, la invención y las plataformas tecnológicas e informativas rigen las riquezas de un país, es importante notar que la nación dominicana debería tomar la delantera e incentivar la creación de una gran fuente de inventores.​

La Oficina Nacional de Propiedad Industrial -ONAPI, pudiera ampliar sus esfuerzos, incentivando a los dominicanos que viven en el extranjero a participar en dos aspectos. ​

El primero sería mediante el sometimiento de aplicaciones a registros de marcas, derechos de autoría o patentes utilitarias, de diseños, tecnológicas, científicas, industriales y biológicas y que antes de aplicar por esas certificaciones en los Estados Unidos lo hagan en República Dominicana. ​

El segundo lo sería mediante la creación de un Fondo de Apoyo, en favor de estudios, laboratorios, encuestas, sondeos, pruebas e investigación, haciendo de ellos, patrocinadores de los descubrimientos y las patentes que surjan de ellas. Es decir, que la diáspora que no tiene capacidad de invención o marca que someter, además podría ser parte importante del desarrollo de la innovación de la nación, creando las bases de sustento para ello. Las inversiones estarían segura, pues funcionarían como una inversión bancaria, que en el mejor de los casos, retribuida con creces, si surgieran patentes valiosas.

Este estímulo adicional, si se efectuara de manera real, haría de la nación tricolor, un atrayente de capital intelectual e inversión, además de emisor de innovación, capaz de incidir en las culturas y las micro y macroeconomías regionales, haciendo de sus inventores, líderes internacionales y nuestro país, uno independiente de las remesas, el turismo y los recursos naturales.

Ese incentivo a registrar en República Dominicana en vez de los Estados Unidos o a invertir en un fondo para fomentarlo, obligaría a nuestras ramas judiciales y fiscales a elevar sus perfiles y estándares al igual que la creciente infraestructura gubernamental y privada, a una de carácter internacional y de primer mundo. Mayores controles y auditorías incentivan la participación y reducen la corrupción. ​

Veo a los autores, inventores y curiosos miembros de la diáspora de los Estados Unidos como los más idóneos, para encabezar ese esfuerzo y orgullo. Y a los empresarios o profesionales pudientes de la diáspora, que no se sentían cómodos invirtiendo en tierras o construcción en República Dominicana, una opción más acorde con sus realidades en Estados Unidos. ​

No importa lo bien que lo argumentes, la equidad humana tenderá a fijar los capitales territoriales como innatos de la humanidad y no propios y con derecho pleno de la exclusiva área donde se alojan. Eventualmente, el agua fresca, los cruces de vientos, los caudales que conducen al Mar, es algo que compartiremos todos, sin importar su fuente o procedencia. Su valor radicará en un plano altruista. ​

La real riqueza de las naciones se refleja en la tendencia del mundo y sus economías. En el recurso humano como uno más factible y determinante en la estabilidad y crecimiento de una nación y su ambición fiscal. Ahí está nuestra real riqueza. En lo ingenioso del dominicano. ​

Y como respuesta a ello veo al ingenioso miembro de la diáspora, quien con fondos líquidos, servicios, información y capacidad de elaboración, mediante la accesibilidad a producciones confiables y eficientes, como el más valioso candidato a fortalecer esa fuente de riqueza. Sin duda lo expreso. Las Patentes bien pudieran ser la nueva remesa.

  1. Gines Flowers says:

    Me encanto!!!! Estamos por el mismo camino, comparto esa misma teoria, sueño con lo expuesto en este articulo. No pierdo la esperanza de que nos eduquemos en ese aspecto que sin duda seria gran aporte para nuestra RD. Mas, resalto, que la duda, el ecepticismo y la incredulidad han detenido en gran parte la motivacion de la diaspora Dominicana.
    Para nadie es oculto que ambicionamos regresar con lo propio y razonable, para reinsertarnos en nuestro terruño, pero cuando somos testigos de los abusos, engaños y trampas, uno se detiene…. se resigna y abrimos campamento donde hemos trabajado, sabiendo que no aparecerà un Taimador huyendo con los ahorros de toda una vida, como suele suceder en RD. Eso sin contar los sueños que nos venden de oportunidades de casas y apartamentos muy lindos y accesibles, comparados con la divisa que se genera en el exterior, «un palo», y una gran ESTAFA.
    Coincido contigo en nuestra incercion como diaspora ha crecido tanto como ha crecido el interes de tener un pais similar al que dejamos atras, melancoliando, pero reconociendo que lo queremos actualizado, acorde al siglo XXI, estoy segura que si esto es Posible* nuestras riquezas saldrian a flote, Quisqueya volverìa a ser bella y sus gentes, que somos increiblemente ingeniosos – me incluyo- nos desbordariamos en apabullos, celebrariamos, no en colmadones ni en un apacible resort, pero si en el dia a dia como solìa ser.
    Tengo Fe.

    Abrazos Rodolfo 🤗 keep writing!!!!!
    You’re excellent, when I look at you, for any reason I feel proud!!!!!! We still have good ones around the globe
    And you’re one of those!!!!!!

  2. Aplauso!!
    Hará falta abonar todo sentido de identidad.
    Regresar, en ningún sentido parece ser sueño de los que salieron de R. D.
    Al parecer lo que van logrando se protege al alejarlo de lo que han huido.

    Ese mensaje de que es posible y de que R. D., como cualquier lugar, espera con amor y brazos abiertos a los dispersados, no puede apagarse.

    Activos, riquezas o lo que sea quedará en segundo plano cuando se hinche el alma dentro y el frío mate al cuerpo que se ha alejado tanto.

    Vamos a reconstruir la identidad. Haberse ido y dejar de ser (por necesidad) ha llegado a ser orgullo, lo que demuestra una pobreza mayor.

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