Publicado en Diario Libre
27 de Octobre del 2022.
Santo Domingo, R.D. –
Rodolfo R. Pou considera que al definir los canales de vinculación, la diáspora dominicana puede llegar a ser una «filatropía de inversión»
La diáspora dominicana se puede convertir en una “fuente de financiamiento e inversionista del desarrollo de su nación”, con aportes directos a través de bonos soberanos de la diáspora, o la creación de un fondo fiduciario o de inversión.
La República Dominicana debe orientarse a fortalecer el vínculo con los dominicanos en el exterior antes de que sea muy tarde y con el nacimiento de una nueva generación se pierda todo, advirtió el arquitecto y filántropo Rodolfo R. Pou, quien promueve que la diáspora se convierta en una fuente de financiamiento para el país.
Durante la conferencia “El Rol de la Diáspora en el Desarrollo Nacional” en la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña (BNPHU), Pou aseguró que “estamos en un momento idóneo para establecer canales de inclusión” de los dominicanos que viven en el extranjero.
Esto al considerar que la creación de un vínculo “de manera más formal, más efectiva y más sincera” tiene mayores posibilidades para una segunda y tercera generación de dominicanos en el exterior, antes de la llegada de una cuarta, “con la que se pierde todo” y “se desvanece por y para siempre sin ninguna forma de rescatarlo”, dijo el escritor de los tomos 1 y 2 de «Diáspora y Desarrollo».
Para demostrar su punto, señaló como ejemplos las comunidades judías, italianas irlandesas y chinas en los Estados Unidos, siendo estas tres lo que llamó solo comunidades que llevan el nombre, debido a que “no supieron capitalizar sus diásporas” en el momento indicado, frente a los judíos que supieron como colocar su diáspora en el “tren” de su desarrollo, reflexionó.
La Diáspora dominicana como fuente de financiamiento e inversión
Pou entiende que la capacidad de inversión de los migrantes dominicanos no debe ser medida solo por la cantidad de remesas que envían cada año, al considerar que, si se capitaliza su salario anual, aunque según fuentes que citó es menor a la media per cápita de EEUU con 22,500 al año; su capacidad crediticia, sus ahorros y su inversión es posible convertirlo en un ente de financiamiento para el desarrollo del país.
A su juicio, la diáspora dominicana se puede convertir en una “fuente de financiamiento e inversionista del desarrollo de su nación”, con aportes directos a través de bonos soberanos de la diáspora, o la creación de un fondo fiduciario o de inversión, “todos capaces de capitalizar proyectos de desarrollo”, explicó.
Entre estos proyectos de desarrollo, Pou señala a la infraestructura vial, el transporte masivo, la creación de muelles y trenes e infraestructuras físicas para la educación y la cultura.
“Es decir, el país con la creación de bonos de la diáspora y el fondo fiduciario no tendría que salir a buscar prestado a nadie”, manifestó durante su ponencia.
La diáspora en su capacidad económica puede pasar de ser una filantropía caritativa a una filantropía de inversión, puntualizó.
Capitalizar el patrimonio intelectual y cultural
Pou también rescata la importancia de que la República Dominicana se convierta en un canal que conecte a los profesionales, artistas, poetas e inventores nacionales que se han destacado en el exterior con su nación de origen, y que encuentren en el país un lugar para patentizar, registrar y financiar sus ideas, creaciones y demás, con el fin de convertirla en una “fuerza intelectual regional”.
“La transferencia intelectual de esos dominicanos en el exterior, desde que definamos de una forma u otra los canales de inclusión, imagínense la forma en que pueden impactar a nuestra dominicanidad en el país”, señaló el filántropo.
Pou no descarta que el país se convierta en “el gran desarrollador, el gran aportante a ese desarrollo y, por qué no el gran participante de ese desarrollo”.
“Aquí no eres un inmigrante”, la frase que Pou le dijo a su hijo de 14 años residente en el exterior y la que considera es la puerta de entrada para que los nacidos allá asimilen su identidad, acepten de donde vienen y comprendan la razón detrás de sus acciones, sus hábitos y su forma de hablar, hasta convertirlos en verdaderos dominicanos.
Vínculos de la diáspora y el desarrollo de RD – Diario Libre