CONVERSACIONES CON LA DIÁSPORA -Comencemos a escuchar a la Diáspora, por qué estoy seguro de que la Nación que ellos sueñan, aún existe.

Esta vez, nuestras Conversaciones con la Diáspora nos llevó a conocer muy de cerca, la historia de progreso y desarrollo de Delfis Báez, quien radica desde hace años en la pujante Ciudad de Naples en Florida.

Delfis, activa partícipe en la Diáspora Dominicana y propietaria del Salón que lleva su nombre, es una de las más reconocidas estilistas dominicanas quien además se ha convertido en una gran fuente de trabajo para otras estilistas que proceden de Puerto Rico, Colombia y Venezuela.

Tomando como base que quizás cuando llegó a los Estados Unidos, ella también recibió quien le indicara el camino correcto para poder desarrollarse y aportar con su esfuerzo de trabajo al crecimiento de esta inmensa nación, Delfis, no solo ha abierto las puertas de su establecimiento a la amplia comunidad hispana que, como nosotros ha llegado cargado de sueños y esperanzas, sino que su talento ha trascendido, siendo distinguida por clientela anglo y afroamericanas.

La joven estilista no es una improvisada. Inicio sus esfuerzos en la industria del corte y la belleza con su primer salón, a la edad de 18 años en Nueva York. Este que visitamos hoy es su tercero. Todos exitosos. Y en todos asegura que la Bandera de vea desde fuera. Nos cuenta que además de disfrutar lo que hace, la bandera simboliza lo que ya todos saben. Que “las estilistas dominicanas tenemos excelente reputación. Somos Marca País.”

Su ejemplo de trabajo la sitúa entre las empresarias más influyentes de la zona de la Ciudad de Naples. Escuchar de ella, como ha sido su experiencia de trabajo en los Estados Unidos, ha sido sumamente enriquecedor para Conversaciones con la Diáspora.

Para mi es fácil identificarme con ella y con un Salón de Belleza, pues soy hijo de peluquera y ese mundo de trabajo, Independencia y sacrificio, lo llevo muy atado al corazón y al hombre que soy hoy. Soy producto de ese tipo de esfuerzo.

Delfis Báez, una santiaguera que dice amar a su terruño de donde emigró un día buscando mejor calidad de vida, es un gran orgullo para toda nuestra comunidad. Gracias, Delfis por dedicarnos tu valioso tiempo en nuestra conversación en el Salón Delfis.

Para cerrar, me sorprendió al informarme que, a pesar de su joven edad, su retiro está al doblar la esquina. Se ha organizado económicamente y piensa volver a vivir el resto de sus veranos en la Rep. Dominicana. Exclamó que quisiera ver a otros más como ella, no dejar sus logros aquí, sino poder llevarlos de regreso a su país.

Terminando nuestra conversación, le aseguré que la nación que ella sueña aún existe.

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