CONVERSACIONES CON LA DIÁSPORA -Comencemos a escuchar a la Diáspora, por qué estoy seguro de que la Nación que ellos sueñan, aún existe.

Mis Conversaciones con la Diáspora, me llevaron hace unos días, a la Ciudad de Cutler Bay, Florida. Allí me encontré con el forjador de hombres y mujeres de fé, el Dr. Narciso Montas, pastor y presidente de la Universidad Teológica Revelación 3:20.

Iniciamos desde cero, con una historia que con pocas sílabas intercambiadas, ya sabía que sería una ajena de secretos y bañada en fé.

Aquel que naciera en San Cristóbal y se le declarara en la Capital, justo antes de la Revolución, nos relata su infancia en las aulas de la Escuela Paraguay y la Chile, y como gozaba jugar en su Sector San Carlos entre las Calles Cuba y Abreu.

Su adolescencia es el marco de lo que luego definiría su vida, la disciplina. Eso se lo agradece a las enseñanzas recibidas en la Academia de Artes Marciales Mamoru Matsunaga, bajo la tutela de Cayetano José Amato, el cual lo guió hasta alcanzar Cinta Negra 2do Down en Ju-Jitzu.

Como todo joven adulto inquieto, ve en los Estados Unidos la oportunidad para emprender, la cual termina logrando a inicios de los ‘80. Para sorpresa mia, me informa que su intension nunca fue quedarse. Tras grandes sacrificios y malos momentos, a los pocos años de estar en New York, regresa a dominicana a poner su primer negocio, Joyería Narciso en la Zona Colonial.

La experiencia y la ilusión duraría poco. El nuevo y pequeño negocio fue incapaz de producir lo suficiente como para mantenerse, trayendo nueva vez al tapete, la opción de New York.

Allí comienza desde abajo, en mantenimiento, lo cual como todo dominicano luchador, toma en serio hasta llegar a ser destacado y ser nombrado supervisor.

Nos cuenta que a pesar de que le iba bien y nuevas oportunidades lo llevarían desde Manhattan a Boston; desde New Jersey a Alaska, su fé fue creciendo al punto de entender que esta vida tiene que significar algo más que el ingreso semanal y el dinero que podemos producir.

El aún ni pastor ni académico, entiende que su vida debe ser para los demás. Y que la educación es el vehículo. Por ello opta por ingresar al Seminario ‘Faith Theological Seminary’, donde a los dos años ya se ve encaminado a ser profesor y años más tarde a ayudar la Institución a abrir su primera extensión de habla hispana.

La disciplina de su adolescencia y la encontrada fé, le permite en el ‘98, abrir las puertas de su primera Escuela de Bachillerato, seguido de una de Seguridad Personal, otra de Sicología, y agregar al ensayo original, espacios de ayuda destinada a niños especiales y orientación para los inmigrantes.

Nos dice el Pastor que, además de ser un legado para sus hijos, lo que ha culminado en su amor, la Universidad Teológica Revelación 3:20, la cual además está acreditada internacionalmente, también es su herencia al pueblo dominicano que vive en la isla y el mundo. Bajo su visión son centenares de pastores lo que se han formado.

Con orgullo y humildad nos muestra las esquinas del Recinto, a la vez que nos cede el hecho de que por igual en Puerto Rico, Oregon, NY, NJ, Virginia, Peru, Ecuador, Colombia están por igual.

Confiesa el pastor de muchos y el servidor de uno, que aunque hace 33 años que no visita la Patria, el tiempo se le escapó, en su afán de no querer regresar a su tierra sin nada que poder darle. El Dr. Montas cierra la visita y la conversación, asegurándome con sus últimas palabras que prontamente en Rep Dom, abriremos nuestra Iglesia y Universidad.

Terminando nuestra conversación, le aseguré que la nación que el sueña, aún existe.
#conversando_con_la_diaspora_rd