“Regreso a la plataforma de donde las cosas pueden ser posible.”

Buenas tardes al señor Alcalde Tomas Regalado,

Buenas tardes todos.

Gracias por la cortesía de cedernos el espacio de su despacho para señalar aportes de una comunidad que le respeta y le quiere mucho. En este momento, me tomo el atributo de representarla, aquí en su oficina.

Sorpresa nos brinda la vida. Pues con el Señor alcalde me crie escuchándolo en la radio, cuando mi padrastro me llevaba hacia o desde los recintos escolares. Y ya más adelante, cuando la curiosidad me inclinaba a leer los medios locales. Sus pensamientos y sus preocupaciones como reportero de la vida y cronista de la sabiduría de los pueblos, siempre alimentó mi pensar. Y he aquí ahora en presencia de él, retornándole el agradecimiento, un día donde él ha determinado reconocerme.

A la edad de cuatro años llegue a la ciudad de Miami. Para entonces, nosotros los dominicanos no éramos conocido entre la comunidad hispana. Incluso al explicarle a ellos que yo venía de una isla al lado de Puerto Rico no era raro encontrar que la respuesta de ello siempre fuera, ¿de Haití?

Entendí en aquel entonces, por niño que fuera, que mi país pasaba por alto. Que su música, sus sabores, sus playas, su historia, su cultura y su gente, acompañada de sus sonrisas, eran anónimos. Pero estaba consiente que a pesar de la evolución del cual toda diáspora sufre, nosotros eventualmente la superaríamos y nos convertiríamos en el tejido de nuestra nueva ciudad y adoptada nación.

Con tiempo crecí en las escuelas públicas de Miami. Asistí a ambos Shenandoahs, el elemental y el de la intermedia. Posteriormente graduándome de bachillerato de Miami Senior High y luego en Miami-Dade antes de partir a dominicana a terminar mis estudios. Mi niñez y juventud, fue la de un chico (casi cubano), en una ciudad donde ser dominicano no tenía sentido, razón, ni propósito.

Soy producto de mujeres. Tal como lo describió mi hermana Rebeca. Parte de una cuadrilla de mujeres. Una madre soltera la cual nunca permitió que supiera que éramos pobres. No quería limitar mis alcances. Y como soltera, lo hizo con dignidad y ahínco. Sosteniendo dos y hasta a veces, 3 trabajos. Gracias Madre.

La abuela China. La cual reta en alcanzar el siglo, es un ser incondicional, cuyo sacrificio se define con su partida hacia los EE.UU, a los que muchos considerarían una edad muy tarde para venir a aventurar a EE.UU. Lo hizo a los 50 y consiente de que los logros no serían de ella sino de sus herederos.

La tía apoyadora que siempre ha estado presente. Y la locomotora de mi intelectualidad. El cual impulsó con el mayor de los regalos para ello. Una enciclopedia de 27 tomos, a la edad de apenas ocho años.

Pero es fácil reconocer a un joven profesional que ha insistido en extender las herramientas que aprendió en la escuela de la vida y la universidad, para buscar en ellas equidad social y mediar los dolores que el destino le presentó a los menos afortunados. Pero soy el productor de sacrificios de docenas de personas representados aquí. Así como de una luchadora madre, también de una hermana que me ha perdonado más de lo que yo he podido recompensarle. La cual me cede más sabiduría con el silencio que con la palabra.

A Altagracia. Una prima que hoy es hermana y comadre y quien me ve como la punta de lanza, de luchas aun por librar.

A mi amigo de infancia. Leo. Mi más antiguo amigo y hoy hermano. Por su apoyo incondicional.

A Arys. El amigo que me recuerda el valor de la humildad.

A José Luis. Al amigo de la pre-adolescencia, quien me protegía de los errores de otros y sirvió de primer mentor.

A mis amigos y hermanos de la adolescencia y la fraternidad. Lazaro, Danilo, David y Rey. Quienes me designaron como líder, apoyando mis causas no porque creían en ella sino porque confiaban en mí.

A los Colegas de la universidad, que hoy complementan mis ideas con apoyo y cofradía.

A los amigos de mi edad adulta, representado en Evelio. Aquellos que considero visionarios porque fueron capaces de ver eventos y situaciones que aún yo no había perfilado y mucho menos definido.

A mis nueras Libby y Marcela, por el cariño y la dedicación.

A mis Nietas, Lía & Mia, por que si!!!

A mis Cuatro Hijos.

A Leamlly. El protector de mis sueños y el velador de mis esperanzas.

A Alexander. El reflejo de la intelectualidad hecha humilde.

a Leandro. Mi mejor amigo y el centro de mi universo.

A Camila, mi mejor creación y estatuto de valores de la vida.

A mi tío Leandro, por haberme dado el regalo de ser padre de sus varones.

Y a una camada nueva de amistades, quienes han despertado en mí, aquel luchador que había optado por ser silente, porque pensaba que no tenía nada que aportar. Porque veían en mí, confianza, transparencia y optimismo. A Rose Mary, a Jesús, a Elizabeth, a Emilio, a… todos aquellos quienes me han recogido y me han dicho que es hora de que yo regrese a la plataforma de donde las cosas pueden ser posible y que no sea egoísta ante la frustración sino que mejor la confronte y demuestre que la equidad que siempre me ha definido y el bienestar que siempre he querido para el resto, puede existir en todos los aspectos, ámbitos y sobre todo en mi comunidad, pero para ello, se requiere de hombres útiles, con coraje y ahínco para lograrlo. Y con eso les digo, que he decido asumirlo.

A todos ustedes, a los no presentes y a los que vendrán.

Muchas gracias.